Esta calle, que debe su nombre al conocido arquitecto José Enrique Marrero Regalado, es un claro de ejemplo de la belleza del municipio sureño, con su pavimento empedrado y casas de estilo tradicional nos lleva a un tiempo pasado de bellas edificaciones y vida sencilla. En dicha calle se encuentra la que fue su casa, diseñada por él mismo y donde se pueden observar algunos de los detalles arquitectónicos que definieron su obra, como el uso de la piedra en dinteles de puertas, ventanas y cornisas.

Su obra no sólo podemos obervarla en diversas construcciones del municipio, edificios tan emblemáticos como el del Cabildo Insular de Tenerife, la basílica de Nuestra Señora de Candelaria, así como el Mercado Nuestra Señora de África, son sólo algunos ejemplos de la influencia de este hijo de Granadilla en la isla de Tenerife.