El caserío de Lomo de Mena fue fundado a principios del siglo XVI por Gonzalo de Mena, al cual el pueblo  debe su nombre. Hasta 1910 esta población solo abarcaba hasta el llamado Lomo de Arrastradero, pero fue entonces cuando absorbió la entidad de Los Asientos, convirtiéndose en el segundo núcleo poblacional más grande después de El Escobonal.

Este núcleo posee algunas obras arquitectónicas de relevancia como es el acueducto, la casa de los Mena, la ermita de la Santa Cruz o la caseta de peón caminero, la cual tiene la curiosidad de ser la última que se construyo en la Carretera General del sur.

Una de las principales actividades económicas de el Lomo de Mena, gira entorno a la cooperativa agrícola El Calvario, el cual se encarga de la comercialización de gran parte de los tomates y papas que se producen en la comarca agachera.

Este núcleo se encuentra enclavado en un espacio eminentemente rural, en el que podemos encontrarnos numerosos elementos patrimoniales característicos de las medianías del sur de Tenerife, enmarcado en un entorno en el que los bancales de jable dominan el paisaje.