En 1895 Thomas Fyffes —importador de té inglés— adquirió la finca de la Hoya Grande desde donde desarrolló, en colaboración con Henry Wolfson, Mister Barker y otros, el cultivo del plátano dedicado a la exportación, aunque desde 1882 ya se habían iniciado los envíos de plátanos dirigidos al mercado británico. La finca de Hoya Grande, además de ser un importante lugar de encuentro de empresarios agrícolas de diferentes países, fue un punto de llegada de obreros procedentes de otras zonas de la isla, incluso de otras islas, sobre todo de La Gomera. En esta finca fue construida una casa-hacienda que incluye varias dependencias, una plaza, y una ermita muy próxima, suponemos que algunas de las dependencias son anteriores al siglo XIX pero hasta el momento no se han encontrado datos exactos.

 

Con anterioridad, estas tierras pertenecieron a la familia Montesdeoca, se las conocía ya con este nombre, Hoya Grande, aunque existe un topónimo guanche por el que aún se las identifica como Sójete, con él se hace referencia no sólo a la antigua hacienda —hoy conocida como “casa de los Palmeros”— sino a todo el entorno de la Ermita de La Milagrosa. Esta ermita fue construida a finales del siglo XIX por los hermanos Herrera. Edificio de planta rectangular, con cubierta de teja a dos aguas. La fachada principal aparece dividida en dos por una cornisa, la parte superior presenta lados curvos y una espadaña en el centro de grandes dimensiones, resultando desproporcional con el resto del templo.