Desde que se construyeron las primeras viviendas en torno al Río de Adeje y a la primitiva ermita de Santa Úrsula se determinó la fisonomía de la Calle Grande. Está contaba en su margen izquierdo con un canal labrado en la tosca, por donde circulaba el agua procedente del manantial del Barranco del Infierno, destinado a regar las tierras cultivadas que se encontraban en el Cerco, el Galeón y el Valito. Formo parte importante del camino que comunicaba la Casa Fuerte con el Puerto de la Enramada, una de las vías de comunicación más importantes de Adeje, debido al intenso tránsito de mercancías.

 

Según el padrón de habitantes de 1859 contaba con un total de 36 casas, además de la Iglesia parroquial de Santa Úrsula y el edificio del Ex –Convento Franciscano, teniendo su origen y final en las dos plazas más importantes de Adeje, la de la Iglesia y la del Llano o Cruz del Llano. En 1911 se la dota de aceras y en la orilla de cada una, en todo el largo, se dispone una fila de árboles. Va a determinar la fisonomía de Adeje pues es el centro neurálgico donde transcurren a lo largo de la historia los hechos más importantes acaecidos en el pueblo, donde radican los edificios oficiales de mayor interés arquitectónico, como la Iglesia, el Convento, el Ayuntamiento y la Plaza de España.