Debido a las peculiaridades orográficas y geológicas del sur de Tenerife, el terreno se presenta surcado por numerosos barrancos, algunos de gran tamaño y profundidad siendo uno de los grandes problemas que se encontraron los habitantes de estos núcleos para relacionarse con los pueblos más cercanos. Los antiguos Caminos Reales y de herradura eran tortuosos e incluso peligrosos a su paso por los grandes barrancos del Sur, existiendo numerosos problemas acarreados por el tránsito de carretas o por los cortes creados en épocas de lluvia. Esto revela la importancia que tubo la construcción de la carretera y en concreto sus puentes, logrando grandes beneficios para la sociedad y una mejor calidad de vida en las medianías del sur.

El puente sobre el barranco de La Orchilla fue el primero en realizarse en hormigón armado en  el Sur de Tenerife. Con sus 28 metros de luz, es además uno de los más altos de la Carretera General.

La terminación de las obras del puente a mediados de 1940 supone el punto y final a las obras del tramo 16 de la carretera que permitió definitivamente comunicar los municipios de Granadilla y San Miguel de Abona.

La realización de este tramo en plena guerra civil española estuvo llena de complicaciones debido fundamentalmente a las dificultades para el suministro de materiales que supusieron un retraso de 30 meses en la terminación de la obra.

En 1938, con las obras del firme prácticamente terminadas, la obra queda prácticamente paralizadas debido a la dificultad para "adquirir en la Industria  Nacional ( Altos Hornos de Vizcaya) los hierros necesarios para las armaduras del puente sobre Orchilla".