Las primeras referencias a la construcción del templo se remontan a finales del siglo XV, cuando el Adelantado Fernández de Lugo promueve la edificación de una ermita en lo que, tradicionalmente, se ha considerado como campamento -o "real"- castellano en el que se escenificó la rendición de los guanches, poniendo fin a la conquista de la isla. De su traza primitiva solo se conserva la portada principal, obra del cantero Juan Benítez en 1570.

En 1604 el mismo artífice procedió a desmontar la que entonces se denominaba "iglesia vieja", dando origen a una construcción de una sola nave con capillas en el crucero. En 1610 se reseña ya la nave del Evangelio, presidida por la capilla de Nuestra Señora del Rosario, cuya puerta de acceso fue labrada por Mateo Párraga. La nave de la Epístola data de 1626 y fue obra de Manuel Penedo, finalizándose las obras de remodelación del templo con una intervención en el presbiterio hacia 1667, que se cubrió con un artesonado ochavado con decoración de lacería y pinjantes.

En el siglo XVIII la iglesia mostraba su configuración actual, dotada de tres naves de la misma altura separadas por arcos de medio punto sobre columnas de orden jónico, con capillas laterales y cubiertas por armaduras de tradición mudéjar. Estas columnas de hormigón armado sustituyeron a las originales en 1922, mientras que en la década de los 60 del pasado siglo se añadió un cuerpo más al edificio hacia los pies del templo que introdujo el coro alto.La torre constituye el elemento más característico de la iglesia,  fue levantada en 1774, caracterizándose por su puntiagudo chapitel recubierto de escamas cerámicas.

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